sábado, 8 de septiembre de 2012

Hacer las Cosas Bien


Que complejo se me hace retomar este espacio, tengo un millar de tópicos para tocar y ninguno me convence en su totalidad, ninguno parece desahogarme lo suficiente. Quizás solo necesite exhibirme un poco, volcar una buena cantidad de lineas en un lugar donde cualquiera pueda leerlas. Narrar algún tipo de experiencia personal (muy mi estilo) que me pinte como un personaje entusiasta y positivista, frente a este mundo altamente complicado y superficial. El drama es cuando ya ni vos te crees el papel de "que buen tipo que soy ,voy a hacer critica social!!", mayormente porque vos ya estas muy integrado a la sociedad (con sus cosas buenas y malas). Si bien me considero un buen tipo (y tengo un grueso de gente que lo avala), lejos estoy de aquella época donde me comía los mocos en balde, y dejaba que gente con menos escrúpulos se aprovechara. Lo gracioso es que cuanto mas pasa el tiempo, mas podes aprender de vos mismo, y si te concedes la posibilidad de ser autocritico, la diferencia entre vos y aquellos que criticas se vuelve muy pequeña. Tanto así, que muchas veces podes engendrar una imperiosa necesidad de engrosar ese limite, apelando a todas esas grandes y complicadas decisiones que siempre exigen mas compromiso de lo que puedas imaginar. Hacer las cosas bien no siempre es escucharte (y complacerte) a vos mismo, muchas veces implica ver ese punto de vista que te plantea el otro. Pero como confiar en el otro? existen tantas personas en el mundo, con tantas versiones de la verdad (incluso abundan todos esos espécimenes que expulsan sus enclenques opiniones fundamentadas en la nada) Como confiar en el criterio externo cuando muchas veces ofrece tan pocas garantias?  Confiar en otro cuando muchas veces los demás no confían en uno, la clase de excusa perfecta para justificar lo unilateral de nuestros pensamientos.
Pero por que habríamos de culparnos? no tenemos todo el derechos mundo de defender nuestros intereses? en un mundo donde la gente se abusa de los que hacen las cosas bien. Por que no ser solo otro de los que hace lo que le conviene?

Es tan difícil ser honesto, gentil, correcto, prudente......   es tan difícil serlo toooooooooooooooodo el tiempo, Por que molestarse ? Por que complicarse cuando incluso las versiones de "lo correcto" son tan variables como las personas que las esgrimen?
Si lleváramos todo  hasta tal extremo, seguro tendríamos que cuestionarnos lo redituable de tales acciones. "Una conciencia libre de culpas" es un manjar un tanto insulso en épocas como esta, a veces mejor "salirse con la de uno", que es un plato mas amargo pero se sirve con mayor inmediatez.

Probablemente esta, como tantas otras utopías, solo existe para marcarnos un horizonte al que aspirar, una meta inalcanzable que nos invita a ofrecer lo mejor de nosotros mismos, en un mundo demasiado arruinado por lo mezquino de su cotidianidad.

Cuanto llenan nuestras mentes esta clase de dudas?
Estaran en tu mente la proxima vez que estes atareado en tu trabajo y tengas que presionar a alguien para que saque las cosasen en hora?

Lo tendras presente la proxima vez que le niegues el amor a alguien que te lo reclama?

Mierda,estos existencialismos ,pueden volver loco a cualquiera.


martes, 21 de febrero de 2012

Autobombo


 ¿Dónde en Uruguay está Guillote de la Mancha?

Busco a Guillote de la Mancha / Guillote de la Mancha
Dónde puede estar / dime
Busco a Guillote de la Mancha / busco a Guillote de la Mancha
Dónde está / dónde está
Dónde en Uruguay está
El Gaucho, Liceo doce /la torre de OSE
Paysandú / Barrio Sur
Puedes encontrarlo tú
Busco a Guillote de la Mancha / Guillote de la Mancha
Dónde puede estar
Dónde está / dónde está

¿Dónde en Uruguay está Guillote de la Mancha?

Letra by Pablo Zamalvide

jueves, 2 de febrero de 2012

Adios

Intercambio de mensajes en el celular pasada la medianoche, una forma muy impersonal de arreglar los problemas, pero es la única que tenes, así que tratas de sacarle partido. Cuando las cosas son más complicadas de explicar, pedís una llamada…  y ella accede. Su voz es tan lejana, contrasta horriblemente con lo dulce que eran sus palabras días atrás. Discutimos unos minutos mientras la audición empeora y yo me desespero más y más. Logro poner en claro mis fragilidades y como estas me convierten en villano sin que yo quiera serlo. Por un momento las cosas se blanquean, nuestra encrucijada es clara. Ella me revela parte de sus secretos, sus estigmas, y eso solo hace que la sienta más frágil, más merecedora de cariño… o quizás solo soy yo que quiero una excusa para amarla.
 

Y entonces ella toma la decisión
 

La que es más sensata,  pero también la que duele más. La que se roba esas ilusiones adolescentes y te trae a tierra. Esa decisión que, horas atrás, te sonaba como la más justa, pero que ahora no querías tomar.
Apenas podes oírla bajo la descarga de la bocina, es tan frustrante, como si el destino conspirara para decirle adiós. Te quedas sin palabras adecuadas para tratar la situación, aun cuando siempre fuiste muy locuaz. No podes más que repetir buenos deseos y colgar el teléfono.
 

Tanta soledad…  caminos tan iguales y a la vez inconexos .Brindarte a vos mismo lo que precisas no es igual a darle al otro lo necesita
 

Y aun cuando el sabor es amargo, sabes que vas a dejarlo atrás. Mas tarde o más temprano vas a seguir adelante, tenes que hacerlo, queres hacerlo.
 

El tiempo se encargara de afianzar los argumentos para que lo dejes pasar…  “que no era conveniente”, “que apenas nos conocíamos”, todo eso que ya sabias y decidiste ignorar.
 

¿Por qué?  Porque querías creer, aun a costa de todo.
 

¿Y qué hay de ella? Ahora ya no sabes, quizás ya no te corresponde saber.
 

Podes ocasionalmente indagar en internet, ver fotos, escuchar rumores…  e imaginar lo que quieras. 
De cualquier forma siempre vas a estar lejos de su realidad, y posiblemente sea lo mejor.
 

Ahora mismo, estás haciendo eso que te prometiste no hacer, llenando uno de tus espacios con mas palabras. Otro medio distante e impersonal, pero a la vez, una forma de despedirte con los sentimientos correctos, y sin ser tan directo como para seguir conectado.

¿A quién quiero engañar? Es una estupidez, pero quiero hacerlo
 

Quiero poder decir adiós.

domingo, 29 de enero de 2012

Cuanto más cambia todo, mas sigue siendo lo mismo

Cuando era chico tenia tanto miedo de todo. Tanta vergüenza que evitaba hacer cosas que me expusieran (para luego arrepentirme, obviamente). Terminaba siendo una patología innecesaria, ya que siempre fui transparente y mis sentimientos se desbordaban por fuera de mí.  Tantas veces me preguntaban en la escuela “¿te gusta fulanita de tal?”, viendo como mis ojos se iban tras la rubia cabellera de una princesita.”¡No!” respondía yo con prisas, como queriendo cubrir un peñasco con un pañuelo. Luego vino la adolescencia y todo fue más difícil. Seguía siendo muy infantil, muy mimado, los castillos en el aire que erguía mi cabeza no me permitían obrar con mayor sabiduría en la realidad, o al menos, con mayor perspicacia. Las ganas de ser notado estaban estallando de mi ser como bengalas, pero completamente mal encausadas. Y dios sabe que la gente disfruta de la crítica a todo aquello que es notoriamente cuestionable, los argumentos son lo de menos.
 

Ante circunstancias de este estilo tenés al menos dos caminos:
 

Uno es encerrarte, aprender a callar, moderar los impulsos con la esperanza de no ser vulnerable, y sobre todo, disfrutar de la seguridad que te brinda el tener a resguardo tus emociones, ya sea de un bravucón que quiere verte temblar, o del amor de tu vida que se niega a corresponderte.
 

El otro camino es la negación
“¡si la gente no me quiere se vaya a la mierda!” “este soy yo, quiéreme así o piérdete” ¿les suena familiar?
Yo no tengo vergüenza en asumir que tome parte de los dos caminos. Según la necesidad, opere con la conducta que me dejaba mejor parado, porque ¿de eso se trata no? No necesitas entender al otro cuando tan solo podes tener la razón. Pero tristemente hay momentos en los que los argumentos ajenos son más fuertes que la verdad que te repetís una y mil veces en tu cabeza.
 

¡Y entonces estallas al mundo!
 

Te metes en una pelea contra alguien a quien no le podes ganar, porque es más satisfactorio volver con moretones que inventar una excusa para justificar tu miedo.
 

Le decís  a quien te rechazo lo estúpida que es, porque las palabras despechadas no quitan que cada uno de los errores que le señalas sean verdad.
 

Mandas al cuerno a tus progenitores y te vas de casa, no una, ¡tres veces! Todo para que se lo piensen mejor antes de decirte de nuevo “yo tengo RAZON, si no te gusta ándate”
 

… y luego te dodo eso, respiras, ¡y se siente tan JODIDAMENTE BIEN!
 

Porque no es que no tengas miedo, en el fondo seguís aterrado, completamente vulnerable y confuso, pero al menos ahora podes devolver el golpe. Sin excusas, sin mentiras, sin autocomplacencia. ¿Odias a alguien? se lo decís ¿queres a alguien? Buscas que lo sepa (salvo algunas excepciones justificadas), evitas cualquier cosa que no te haga sentir autentico, incluso ocultar tus equivocaciones. 

Pero tarde o temprano toda esta vorágine reactiva se convierte en adicción. Te volves  despótico con los juicios hacia los demás, no les perdonas sus fallas, sus secretos, sus silencios. Buscas que todo sea cristalino ante tus ojos, aun cuando tu interior es horriblemente turbio y enmarañado, y a la larga, muy a la larga…   fallas.
 

Llevas todo tan hacia los extremos, que te volves asfixiante, insoportable, y aun cuando en el fondo queres volver a aquello de “este soy yo, quiéreme así o piérdete”, no podes, porque en el fondo te duele horrible estar solo.  Buscas remediar lo que podes, flexibilizarte, disculparte por lo que te corresponde, y tratar bajo todos los medios de que los otros vean cuanto te cuesta mantener tus códigos. Aquello que una vez fue tu libertad, hoy solo es otro yugo, y cada vez se te hace más difícil de llevar, pero es el precio de sentir que haces las cosas bien.
 

Y al pasar los años, todo es extrañamente igual y a la vez diferente.
 

Ganaste una voz y un criterio para manifestar lo que pensas (aun sobre el silencio de los otros), pero tus pasiones siguen colándose desde el interior, incandescentes y todavía no muy bien encausadas, exigiendo aprobación de un público más adulto pero igual de critico.
 

Tus amores siguen dándote la espalda, ahora no por su negligencia a amarte, sino por su incapacidad de colmar tus expectativas.
 

Y las peleas ya ni siquiera son lo que eran. Llegado cierto momento de tu vida, sangraste todo  lo que te hacía falta y tenes hasta tus propias anécdotas de calabozo. El miedo ya no es a la confrontación sino a estar equivocado, a explotar por cosas que no lo ameritan, a pasar de ser un santurrón a un brabucón altanero.
 

Para terminar solo puedo agregar que estoy cansado…
Es muy difícil satisfacerse a uno mismo sin tener roces con el mundo, pero vivo en él y quiero a muchos de los que en él habitan, así que no tengo más opción.
 

… y aun así, prefiero mil veces estar desnudo a cubrirme el corazón con una armadura
Alguien ahí afuera sabe a lo que me refiero ;)

lunes, 16 de enero de 2012

¿Todo tiempo pasado fue mejor?

No soy de los que retienen frases enteras,  más bien capto conceptos y nada más, pero sea como sea tengo la certeza de haber leído una frase de Freud que refería a como el hombre, sin importar cuán complicado allá sido su pasado, terminara indefectiblemente viéndolo como un tiempo mejor.
De esta manera, casi podríamos decir que estamos programados a ver nuestro ayer con cierta añoranza y melancolía.

Claro que este razonamiento, planteado así de simple, termina haciendo agua por los cuatro costados. ¿Cuánta gente conocemos que ha dejado atrás momentos insostenibles? Personas que se superan con el correr de las épocas y concretan metas a su alrededor.
Quizás  lo que verdaderamente me molesta (y es el definitivo disparador de este tópico) es presenciar a diario cuanta gente todavía sigue disconforme con su vida actual.

Si hay algo que aun me cuesta aprender, es el darle valor a los logros conseguidos, antes de pasar a enfocarme en el próximo desafío. Uno se acostumbra a vivir afligido por lo que carece y no orgulloso de lo que tiene. Y aun cuando me gustaría creer que esto es una muestra de progresismo, más bien creo que es un mero masoquismo.

“Todo tiempo pasado fue mejor” porque la vida es una grafica ascendente en lo que refiere a exigencias, y cuanto más queres, mas sabes que tenés que romperte el traste para conseguirlo.
Por ende, cuando concretas una meta, paladeas la victoria y el orgullo que te produce, pero lentamente vas perdiendo su sabor, en la medida que ese logro se convierte en parte de la rutina.

Luchas arduamente por conseguir una casa. Cuando la tenés, sentís que es tu castillo. Pasado un tiempo ya estas mas preocupado por las cuentas que en disfrutar tu independencia.
En cuestiones laborales es igual. Te esforzás por obtener ese perfecto equilibrio entre ingresos y ambiente agradable, pero pasados unos años algo te dice que eso no puede durar. Porque en la mayoría de los empleos bien remunerados el precio es la aceptación de varias responsabilidades, compromisos que te cohíben y comprometen frente a un superior, sin mencionar la inconsciente competencia de tus iguales. ¿Y todo para qué? ¿Para mantener a tu futuro vástago? ¿Y por qué no? Después de todo hay muchos que todavía creemos en esa postal de la familia feliz, aun cuando mucha gente de nuestra edad se lo cuestiona ¿Por qué? “Porque todo tiempo pasado fue mejor.” Ese tiempo en el que “eras joven y salías con tu pareja a donde querías”, y no el ahora donde “tenés que ir a buscar a los chicos al cole y no tenés un momento para nada.”

Todo cambio lleva un compromiso, una decisión para la cual nunca estas 100% preparado...
Pero la vida se vive hacia adelante

A veces da miedo incluso enamorarse, ya que pasada la consolidación viene la supuesta estabilidad... y la rutina. Tenés que creer, pero a la vez ser lo suficientemente maduro para aceptar tu humanidad. Constantemente ves gente fallar en la misma empresa en la que vos te embarcas, y otras que sobreviven solo gracias a la negación o el miedo a la soledad. ¿Qué te hace tan diferente?
¿Cuántos picaros conoces que hablan de sus años de picaflor, aun cuando ya llevan la sortija?

Hoy tengo esa edad en la que puedo decidir lo que quiero y la forma en la que lo quiero. Veo mis libertades y tengo por seguro que voy a extrañar muchas de ellas en el futuro. Quizás por eso trato de atesorar ciertos momentos, tomándolos como parte de un todo y no como un absoluto. No tengo la completa obligación de moverme, de aceptar mas carga, pero ciertamente no me perdonaría permanecer estático eternamente. Tomo el riesgo y espero lo mejor.

Es bueno escribir algo para no dejar este blog tirado, dios quiera que corra mejor suerte que otros de mis espacios en la web.

Saludos

viernes, 28 de octubre de 2011

"La Vida en Cuadritos" Testimonios sobre la Historieta y sus Artistas - parte 5 (Premisa para Seminario II)

No tengo mucho que decir...  son las 2:49 del viernes 28 de Octubre y estoy terminando la edicion de este ultimo video. 

El Sr. Gabriel Mainero es la clase de persona que me hace desear tener una camara profesional mas una enorme cantidad de cinta,para asi poder grabar todas sus anegdotas y datos historicos. Sin dudas, fue una decision acertada el contar con su presencia en esta serie de entrevistas, su perspectiva como vendedor de historietas (ademas de historiador sobre el tema) ayuda a redondear este proyecto y concluirlo con un adecuado broche de oro.

Los invito a que visiten al Sr. Mainero en su local, "El rincón del coleccionista", ubicado en Uruguay 912 esquina Convención, seguro podran deleitar la vista con grandes hobras del noveno arte y quizas llevarse alguna buena anécdota de regalo.

Gracias a todos los que siguieron estos videos, estoy muy contento de haberlos realizado.
Saludos

 

PD. El famoso "Yellow Kid" y su Fonografo,considerado por muchos como uno de los primeros Comics propiamente dichos: